lunes, 9 de marzo de 2009

CLINT, NO PLEGUES MAI


Si Sean Penn, tuviera dos dedos de frente, llamaría de rodillas a la puerta de Can Eastwood, para entregarle al gran Clint, el Oscar que le dieron por su papel en Mi nombre es Harvey Milk. Porqué digo esto, porque Clint Eastwood, está realmente sublime, en el que se presupone que va a ser su último trabajo como actor. En esta gran pelicula, Gran Torino, interpreta a Walt Kowalski, un veterano de la guerra de Corea, inflexible y con una voluntad de hierro, reacio a todos los cambios que ve ocurrir a su alrededor, su barrio se llena de asiaticos, americanos conduciendo coches europeos y japoneses... y cuya gran pasión es cuidar de su coche, un Ford Gran Torino del 72, al que él mismo vió nacer en la cadena de montaje.
En definitiva un personaje que no acepta que el mundo está cambiando pero que a medida que avanza la historia no le quedará más remedio que abrirse a estos cambios.
La peli nos deja una interpretación fantástica, llena de miradas inconfundibles, gestos made in Eastwood y esa manera de apuntar con el dedo que no está al alcance de cualquiera.

Y el fútbol? Pues la verdad es que no pude ver nada, otros quehaceres me reclamaron el sábado noche, pero como todo volvió a ser tan fantásticamente normal, prefería rendirle un humilde homenaje al viejo Clint.

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